¿Cuáles son los líquidos que debo revisar en mi vehículo antes de verano?

Antes del verano, que trae las consabidas escapadas, salir al campo en familia o con los amigos, las vacaciones estivales etc. es indispensable tener el coche en perfectas condiciones.

Con una correcta revisión y puesta a punto, no te llevarás ninguna sorpresa desagradable en un periodo que debe ser de relax y de disfrute, pudiendo así aprovechar al máximo el buen tiempo y la buena compañía.

Los líquidos esenciales que debo tener vigilados antes de salir este verano

Un buen mantenimiento de los líquidos del vehículo y con la periodicidad adecuada, es el mejor medio para garantizar su correcto funcionamiento, alargando su vida útil y protegiendo la seguridad de quienes lo utilizan.

Los niveles y la calidad de los líquidos del coche son uno de los elementos imprescindibles a tener en cuenta, ya que sin ellos podemos tener imprevistos que nos salgan muy caros y no sólo económicamente.

Los líquidos a los que nos referimos son el aceite para el motor, el refrigerante, el líquido de freno, el fluido de la transmisión, el líquido de la dirección asistida, y el del limpiaparabrisas, cada uno de ellos con sus características propias.

En todos estos casos, para evitar datos inexactos o contaminados, e incluso, posibles quemaduras y accidentes, es importante que el vehículo se encuentre previamente estacionado en una superficie plana, y con el motor frío.

Lógicamente como cada modelo y fabricante es diferente, también es bueno tener el manual del vehículo a mano por si alguno de los tanques o contenedores no lo tenemos localizado o nos surgen dudas.

Aceite para el motor

Este es uno de los líquidos que tradicionalmente más se mira, pues por lo general todos somos conscientes de su necesidad; además en los talleres es de lo primero que analizan y en su caso, cambian cuando les pedimos una revisión o puesta a punto. Ello es porque su papel es crucial para el funcionamiento correcto del motor.

Comprobar el nivel es algo que debe realizarse una vez al mes como mínimo, y si bien los vehículos desde hace años ya traen de serie un indicador en el salpicadero que nos muestra su cantidad, no está de más verificarlo manualmente a través del uso de la varilla de medición.

La varilla debe ser introducida previa su limpieza completa, e introducirla y sacarla a continuación, el nivel de aceite debe encontrarse entre ambas muescas, la que determina el mínimo y la que marca el máximo.

Líquido refrigerante

Este fluido también es fundamental para el correcto funcionamiento del motor, puesto que absorbe en parte el calor que se desprende con la combustión, evitando el sobrecalentamiento del mismo.

Su sustitución se recomienda aproximadamente cada dos años, y su revisión cada 20.000 km más o menos dependiendo del vehículo. Simplemente debes mirar bajo el capó e identificar una botella grande y translúcida, que llevará grabadas dos marcas que delimitan el máximo y el mínimo.

Líquido de frenos

Es otro de los fluidos básicos que garantizan la seguridad en la conducción, y por lo tanto, es importante comprobar su nivel varias veces al año. Su depósito tiene un tapón negro y es fácil de identificar. Asimismo, el propio depósito también indica el nivel máximo y mínimo en el que se debe encontrar su contenido.

Líquido de transmisión

Este líquido lubrica los elementos necesarios utilizados para el cambio de las marchas, y se encuentra en todos los vehículos, incluidos los automáticos. Para verificar su contenido actuamos de forma similar que con el aceite, debiendo tener en cuenta que si es marrón o negro, hemos de acudir al taller a cambiarlo.

Líquido de dirección asistida

Si el vehículo posee dirección, que es lo habitual en la actualidad, ya sea hidráulica o electrohidráulica, se debe medir su nivel al menos una vez al año. No aparecerá en vehículos con dirección asistida electrónica.

Este contenedor lleva un volante grabado en el tapón y su comprobación se realiza mediante la varilla de medición, al igual que el aceite y el líquido de transmisión, debiendo mantenerse su nivel entre las dos muescas.

El líquido de limpiaparabrisas

Es necesario tener controlado este líquido para garantizar la buena visibilidad durante la conducción. Verificarlo es tan sencillo como accionar la palanca o botón del limpiaparabrisas, y ver si sale el limpiador.

En el mercado encontramos desde el agua jabonosa para limpiaparabrisas, básico, hasta productos que distinguen por temperatura ambiente, uno para invierno, que lleva algo de anticongelante y el de verano que puede llevar repelente de mosquitos.

Como conclusión final, hemos de insistir en que el cuidado y la atención a los fluidos, así como otros elementos como el estado de las ruedas etc. es indispensable para tener una conducción en perfectas condiciones de seguridad.

Podrás olvidarte sin embargo de realizar estos controles antes de tus vacaciones si cuentas con un vehículo de renting con Vamos para el citado viaje, ya que la empresa de renting se encarga de revisiones y mantenimiento sin coste adicional alguno, ya que está incluido en la cuota mensual.