Cuáles son las partes de tu coche que más se deterioran en verano

5
min
averías motor verano

El verano trae muchas cosas buenas, pero también puede hacer sufrir a los coches. Las altas temperaturas y el contacto directo del sol durante horas y horas pueden ser especialmente dañino para nuestro vehículo. No solo hablamos de nivel estético, pues la pintura se verá gravemente dañada con el sol; sino que hay componentes que pueden dejar de funcionar en esta época del año. El calor del verano afecta a diferentes partes del coche, como pueden ser los sistemas de frenos, los líquidos internos o incluso los neumáticos. Si, por ejemplo, tuvieras contratado un vehículo de renting, podrías acercarte a diferentes talleres para revisar y arreglar lo que fuese sin ningún tipo de coste extra. Tanto si es tu caso como si no, te dejamos aquí algunos elementos a los que echarle un vistazo.

8 puntos de tu vehículo que debes revisar en verano

Como decimos, es importante que tu coche no esté expuesto al sol durante todo el día, pues acabará a una temperatura tan alta que empezará a fallar. El interior del vehículo será un problema, ya que algunos objetos (espejos, mecheros, dispositivos móviles…) pueden causar algún accidente. En cuanto a lo demás, atento a estos 8 componentes.

Sistema de frenos

Se trata de un elemento de seguridad clave en cualquier coche, que sufre en verano más que otras partes. Las pastillas de freno, al actuar por fricción sobre el disco o el tambor, trabajan a altas temperaturas. Si en el exterior también hace mucho calor, pueden llegar a doblarse ligeramente por la presión y el rozamiento, pudiendo suponer un grave problema para el vehículo.

Batería

Seguro que todos hemos escuchado esos coches tratando de arrancar en invierno porque la batería no funciona bien. Pues en verano pasa algo parecido, ya que el calor afecta al rendimiento de las mismas. No solo podemos encontrarnos con problemas de productividad, sino que la exposición continuada a temperaturas superiores a los 50º puede hacer que la batería pierda hasta la mitad de su vida útil.

Neumáticos

A pesar de que los neumáticos modernos están preparados para condiciones muy variables, no debemos olvidar que son, a fin de cuentas, caucho. Hay algunos coches que notan más este desgaste en verano, pero en general el neumático varía su presión con las altas temperaturas. Revísala periódicamente (especialmente en viajes largos) y trata de no hacer tandas muy largas que puedan sobreponerse a la goma.

Radiador

El radiador de nuestro coche se encarga de refrigerar el motor y todos los componentes de alrededor, por lo que debe funcionar a la perfección. Precisamente es en verano cuando más va a trabajar, por lo que tendremos que revisar que se encuentre en buen estado y que no haya desperfectos o suciedad que pueda dañar el sistema.

Electrónica

Los sistemas electrónicos de cualquier coche (y de cualquier dispositivo) trabajan en condiciones óptimas bajo un rango de temperaturas normal, entre los 20º y los 30º centígrados. El calor del verano puede hacer que empiecen a fallar algunos componentes si alcanzan cifras superiores a los 50º o 60º, y el coste de alguna de estas piezas puede ser muy elevado.

Líquidos

Todos los líquidos de un vehículo son importantes, aunque algunos toman mayor relevancia en verano que otros. El líquido refrigerante, el de los frenos o la servodirección mecánica pueden verse afectados si tu coche se ha quedado muy expuesto al sol y a las temperaturas extremas. Comprueba siempre el nivel de cada uno de ellos y visita un taller si tienes dudas.

Escobillas

Puede parecer el menor de los problemas que hemos mencionado aquí, pero también hay que revisarlas. Debemos tener en cuenta que la goma de los limpiaparabrisas sufre con los cambios de temperatura, y que es un elemento fundamental para la visibilidad del coche. Evita activarlo si el cristal está muy caliente y la temperatura ambiente supera los 30 grados.  Más allá de los puntos que hemos señalado aquí, debes tener cuidado con otros componentes de tu coche. Las temperaturas del verano pueden ser agotadoras para muchos de nosotros, pero también pueden hacer que tu vehículo funcione mal e, incluso, pierda parte de su vida útil.