Si no voy a mover mi vehículo, ¿por qué debería quitar la nieve de encima?

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quitando nieve del coche
Una fuerte nevada es capaz de hacer que en cuestión de muy pocas horas el coche quede, literalmente, sepultado. Puede que sea imprescindible usarlo (aunque la recomendación sea no circular en condiciones adversas), pero también es posible que no sea necesario moverlo en días. En cualquiera de los casos, la recomendación es quitar la nieve del coche sin demora en cuanto el tiempo lo permita.

Por qué limpiar el vehículo de nieve

Cuando ha nevado con fuerza, quitar la nieve del coche lo antes posible puede evitar daños serios. Si la cantidad no es mucha y no hay que desplazarse, se puede confiar en que al dejar de nevar y elevarse algo la temperatura la nieve se derrita. Pero eso no ocurrirá de inmediato si la nevada ha sido fuerte. Desde VAMOS queremos explicarte por qué merece la pena perder algo de tiempo liberando el vehículo de ese manto blanco. La primera razón es que, si la batería ya tiene un tiempo y además no tienes pensado mover el vehículo, es fácil que se descargue. De este modo, puede que cuando quieras arrancarlo, ya no puedas. Por eso, conviene quitar la nieve del coche, al menos lo suficiente para arrancarlo y que se recargue. Por otra parte, también la parte externa sufre. En algunas zonas, sobre todo en los bajos, puede haber zonas sin la protección de la pintura o con pequeñas grietas. Precisamente en ellas es más fácil que queden restos de la sal que se esparce en la carretera. La humedad constante puede facilitar la aparición de óxido y otros problemas. Y no solo en los bajos, también en elementos como las llantas o los paragolpes. Y una razón más para quitar esa nieve que envuelve el vehículo son los frenos. Esa capa helada, con el paso de las horas, puede provocar daños en las pastillas y oxidación en los discos. Por tanto, quitar la nieve es esencial cuando no se va a mover el vehículo en un tiempo, pero lo es mucho más cuando es necesario viajar con él. Y no basta con retirar lo mínimo, por nuestra seguridad y la de los demás es importante limpiar completamente todo el coche. En primer lugar, hay que esforzarse en dejar las lunas completamente limpias. Quitar toda la nieve de ellas asegura una correcta visibilidad, que es importante siempre, pero mucho más en circunstancias en las que la conducción es especialmente complicada. Además, no llevar los parabrisas despejados puede llegar a ser incluso motivo de sanción, conviene no olvidarlo. En segundo lugar, circular con el vehículo completamente libre de nieve evita posibles accidentes de consecuencias fatales. Quitar la nieve de las lunas no es suficiente, también hay que hacerlo del capó y el techo. Por un lado, porque al adquirir velocidad, puede desprenderse y golpear el parabrisas, provocando un sobresalto e impidiendo la visibilidad. Por otro, porque la que se acumula en el techo puede impactar contra otros vehículos y provocar un accidente serio. Y mucho cuidado también en otro aspecto que es fácil pasar por alto: el tubo de escape. Hay que asegurarse de que está perfectamente limpio de nieve antes de arrancar el coche. Una obstrucción podría desviar los gases hacia el interior del vehículo o incluso provocar algún daño en el motor.

Cómo retirar la nieve sin dañar al vehículo

Tan importante es quitar la nieve como hacerlo de la forma correcta y con los utensilios adecuados. Nunca hay que echar agua caliente sobre las lunas, ya que se corre el riesgo de que se fracturen por el contraste térmico. Y tampoco se deben emplear utensilios metálicos si no se quiere dañar la carrocería. Para quitar la capa gruesa de nieve, lo mejor es emplear un cepillo de goma, que no provocará ningún daño. Y, como lo más fácil es que se haya formado debajo una pequeña capa de hielo, para quitarla del parabrisas se puede usar una espátula de plástico o, en su defecto, gel hidroalcohólico o una mezcla de agua y alcohol.

Un pequeño esfuerzo que merece la pena

Quitar la nieve del coche, sobre todo después de nevadas intensas puede parecer una tarea titánica, pero nunca hay que olvidar que es esencial para que el vehículo se mantenga en perfectas condiciones, para evitar daños y también para no sufrir ni provocar accidentes. Y no conviene pensárselo mucho. Quitar la nieve cuando acaba de caer es mucho más fácil que hacerlo tiempo después, cuando es posible que se haya compactado y que, por las bajas temperaturas se haya endurecido. Desde VAMOS te animamos a que tengas en cuenta estos consejos, tanto si tienes pensado viajar con tu coche de renting como si va a estar parado durante unos días después de la nevada. Ya no es solo una cuestión de mantenimiento del vehículo, también de tu seguridad y de la de los demás.