Filtro del habitáculo: ¿Cuál es su función y cada cuánto se cambia?

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filtro del habitáculo
El filtro del habitáculo es un elemento muy importante en cualquier vehículo, ya que garantiza una buena calidad del aire en su interior. Y no hay que olvidar que este aspecto es especialmente importante en el caso de personas que sufren alergias o que tienen algún tipo de problema respiratorio. Al filtro del habitáculo se le conoce como “filtro anti polen” porque esa es una de sus funciones, aunque no la única. Retiene, como esa definición indica, las partículas de polen presentes en el aire exterior, impidiendo que entren en el interior del coche a través del sistema de ventilación. Pero también retiene polvo en suspensión y otro tipo de partículas nocivas para la salud. Es por ello que es tan importante dentro del mantenimiento del coche.

Tipos de filtro

Hoy en día, todos los vehículos llevan este filtro del habitáculo, en algunos casos, incluso, pueden llevar más de uno. Es importante tener en cuenta que los hay de dos tipos:
  • Por un lado, están los filtros simples. Se distinguen porque son de color blanco. Protegen sobre todo del polen y de otras partículas en suspensión.
  • Por otro lado, están los filtros de carbón activado, característicos por su color gris oscuro. En este caso, la capacidad de filtración es mucho mayor, ya que además de polen y partículas son capaces de filtrar gases, polución e incluso olores procedentes del exterior.
Elegir un filtro del habitáculo u otro dependerá, en gran medida, del grado de protección frente a las impurezas del aire exterior que se desee alcanzar. En el caso de personas especialmente sensibles, con algún tipo de problema respiratorio o alergias, la recomendación son los filtros de carbono activado. También son más indicados en zonas con un mayor nivel de polución o de presencia de polen.

¿Cuándo hay que sustituirlo?

Debido a su función, así como al paso del tiempo y el uso, el filtro del habitáculo va acumulando impurezas de todo tipo. Por eso, pierde efectividad y puede llegar incluso a impedir la entrada de aire exterior si esa suciedad acumulada es mucha y se obstruye. Esta es una de las razones de que, dentro del mantenimiento básico de cualquier vehículo, la revisión y sustitución del filtro del habitáculo sea imprescindible. Aunque se suele señalar que es conveniente cambiarlo cada año, lo cierto es que no hay una periodicidad fija. Se debe tener en cuenta que tanto los factores ambientales externos como el uso del coche van a influir en el tiempo que tarde el filtro en ensuciarse. En ciudades donde los niveles de contaminación son elevados o cuando se realiza un uso intensivo del vehículo ese cambio de filtro se deberá realizar con mayor frecuencia, si lo que se quiere es mantener una buena calidad del aire dentro del habitáculo. En cualquier caso, sí que se pueden apreciar toda una serie de síntomas que advierten de que el filtro del habitáculo no se encuentra en buen estado. Uno de los más habituales es que el flujo de aire del ventilador sea menor de lo habitual, lo que se nota, por ejemplo, en que sobre todo el parabrisas se empaña más. También se pueden percibir olores desagradables o una pérdida de fuerza del aire acondicionado. Si aparece alguno de estos síntomas, es conveniente revisar el estado del filtro del habitáculo y sustituirlo. Hay que tener en cuenta, además, que como en cualquier otra superficie la suciedad acumulada también puede provocar la proliferación de microorganismos patógenos. Y estos podrían dispersarse por el habitáculo al poner en marcha el ventilador, con el riesgo que para la salud entraña. Y no solo es una cuestión de salud. Un filtro que está muy sucio dificulta el paso del aire, como señalamos anteriormente. Esto significa que el sistema de aire acondicionado o de calefacción rendirán menos y el motor tendrá que realizar un esfuerzo extra para que la climatización funcione correctamente. Es decir: más desgaste del motor y mayor consumo de combustible.  Sustituir el filtro La sustitución del filtro del habitáculo no entraña grandes dificultades. Tal vez lo más complicado es localizarlo y acceder a él. Cada vehículo puede llevarlo en un lugar diferente, puede ser bajo la guantera o el limpiaparabrisas, el compartimento del motor, etc.  Una vez localizado el filtro del habitáculo, la sustitución es tan rápida como subir la protección del filtro, extraer el viejo, colocar uno nuevo y cerrar la protección. Solo lleva unos minutos, pero, en caso de no estar muy seguro de poder hacerlo de la manera correcta, lo más aconsejable es llevarlo al taller para que lo sustituyan por otro nuevo. No hay que olvidar que un filtro mal puesto pierde efectividad.  Por lo tanto, si quieres que el sistema de climatización de tu coche funcione perfectamente, que el aire interior sea de buena calidad y evitar un esfuerzo innecesario del motor, cambiar el filtro del habitáculo de forma periódica es imprescindible. Con Vamos lo tendrás muy fácil, con tu coche de renting tendrás el mantenimiento asegurado.